Volver a volver a volver a escribir otra vez. Algo que siempre dejo, algo a lo que siempre vuelvo. Las mismas imagenes pero con otras formas, como volver a escuchar la misma cancion otra vez, sabiendo lo que sucede. Sabiendo que en el aire siempre hay algo así de fuerte que une la tinta con las ideas, y una hoja vacía se convierte en algo placentero, un espació que ruega por algo más que un necesitado amor. Correr de un lugar a otro buscando un lugar al que pertenecer, donde todo resulta tan familiarmente extraño que asusta: una cara prepotente llena de rencor observa todo desde un rincon buscando una excusa para gritar. ¡Imagenes!, ¡recorridos!, ¡caminos y senderos que van y vienen! Se entrecruzan, se repiten sin saber en donde irán a terminar. Hay un lugar lleno de esperanzas en algun lugar. Un lugar lleno de mierda, a donde llueve la desesperación. Hay otro lugar, un lugar lleno de calma en donde un niño se retuerce en la ignorancia, un lugar hastiado de felicidad.
Ir y venir. Ir y volver a venir. Otra vez. ¿Que hay detras de la libertad? ¿Desesperación? ¿Miedo? A veces me pierdo en un deseo y todo se tiñe de gris. Una explosión de imagenes, una tormenta de ansiedad. La distancia esta ahi, en esa zona difusa, en ese jardín de desesperanza, en esa cancion que se repite una y otra vez. Alla está la obligación... ¡que los corazones se llenen de libertinaje! ¡que el mundo se detenga por un segundo, para escuchar por un instante, que detras de mis letras, detrás de mi ignorancia, hay un sendero aun no transitado, un camino desconocido, un halo de luz que brilla en el fondo de algo desconocido.
